14 ago 2007

CINCO RAZONES POR LAS QUE NO ME GUSTA EL DOCTOR HOUSE





I

Según Zygmunt Bauman “Gran Hermano” atrae a multitudes muy diferentes entre sí porque está organizado como un inmenso ritual colectivo en el que temor de los seres humanos a ser “expulsados” puede ser banalizado y difuminado por esa gran “expulsión” que se produce en el programa con regularidad. El enorme éxito del radical y extravagante Doctor House tiene raíces similares. Está basado también sobre el miedo, aunque aquí cobre derivas diferentes.
El miedo que al parecer sustenta el éxito de House es el mismo que nos inspiran los hospitales y, en general, toda la medicina moderna. Basta observar con detenimiento ciertos patrones establecidos por los guionistas a lo largo de cada capítulo unitario de la serie para hacer un registro minucioso de esos temores de la gente de a pie. Los pacientes, a lo largo de cada uno de los episodios, se comportan en base a un estereotipo que resume los mismos temores del público ante la medicina anónima y masificada de nuestros días. Recelan indefectiblemente del sistema en general y de los consejos de los médicos en particular, a los que contemplan como personas despreocupadas de su salud, deseosas de experimentar nuevos compuestos químicos con ellos y a los que se les puede llevar a juicio en cualquier momento. Habitualmente, si no es el paciente es su familia, es decir el sujeto de la cura y su entorno se transforman en la serie en los peores enemigos a la hora de vencer la enfermedad.
House y sus colegas hacen uso de los más variados artilugios para tratar con la “ignorancia” de esos simples mortales que “no comprenden” las razones de la medicina moderna y que por lo tanto deben ser engañados para poder ser curados. Y, también con gran regularidad, los médicos triunfan y demuestran, salvándole la vida a los remisos, que ellos tenían razón, reforzando de este modo la autoridad de la ciencia y del médico que la ejerce de un modo como no se había visto nunca antes en la televisión de consumo masivo.
Es posible entonces comenzar a elaborar una especie de “decálogo de enseñanzas” que va dejando el huraño doctor en su camino. Moraleja número uno: es mejor no patalear ni desconfiar de los médicos, sino dejarlos hacer. Ellos saben lo que hacen. Detrás del anónimo sistema hospitalario que nos trata como números debe haber, ojala lo haya, un experto doctor House que se encarga de velar por nuestra vida.


II

Una de las máximas más populares de House es “El paciente siempre miente”. Su espíritu de detective decimonónico lo lleva a emular a Sherlock Holmes, hurgando a piacere en la vida privada de los enfermos siempre en nombre de la benemérita ciencia. El fin justifica los medios, sostiene House en cada acto. Drogadicciones, oscuras depresiones, conflicto familiares, de todo se oculta en la selva densa del paciente posmoderno. Culpas, pecados, que se ocultan para evitar ser señalados como trasgresores de la normalidad ante la real institución médica. House se vuelve entonces una especie de agresivo sacerdote contemporáneo que fuerza la confesión para salvar la vida al enfermo.
Si la ciencia médica no hubiera puesto tanto esfuerzo a los largo de los últimos sesenta años en elaborar todo un catálogo de “normalidades” físicas y psicológicas, las habilidades detectivescas de House no tendrían sentido. Pero eso en la serie nadie lo dice. La moraleja número dos se cae de madura.

III

Otra constante a la que recurren los guionistas tiene que ver con el abuso de enfermedades raras que suelen padecer los pacientes del carismático doctor. Cosas raras que vienen de un mundo exterior que cada vez se vuelve más incomprensible y agresivo para los buenos cristianos televidentes que sienten verdadera aprehensión ante la sola mención de esas plagas modernas que envía la naturaleza para destruirnos. House se transforma entonces en una especie de padre putativo o mejor dicho, un dios racional que hurga en el misterio y termina siempre por resolver la encrucijada. Moraleja número tres: “la razón siempre vence a las fuerzas oscuras”. (la razón médica, obviamente)
El paciente no tiene defensas cuando está fuera y una vez dentro (enfermo), deberá someterse a una investigación externa que tratará de descubrir que fuerza del mal lo ha atacado. A veces el paciente muere. Pocas veces.

IV

La serie en sí es truculenta y está emparentada en esto con otro gran batacazo televisivo de los últimos tiempos: “CSI”, en todas sus versiones. Tanto House con los avispados detectives son maniáticos del detalle y las cámaras se introducen a menudo dentro del cuerpo de víctimas y enfermos con alevosía, para mayor goce de los morbosos espectadores. Nuestro cuerpo habla, se nos dice, incluso después de muerto. Y, siguiendo a Bauman, ese mensaje que emite funciona como un modo eficaz de ahuyentar el horror a la muerte. No sabemos si hay vida después, pero al menos hay mensaje. Lo mismo ocurre cuando enfermamos. Nosotros, en teoría, según los cánones de esta serie, “no sabemos por qué”, pero nuestro cuerpo “sí lo sabe” y habla por nosotros. Pero para eso hay que penetrarlo y cuando más extrema sea esa penetración más placer televisivo sentiremos liberando la angustia que nos preocupa el sólo hecho de imaginar que cosas como las que estamos viendo pueden estar ocurriendo ahora mismo en nuestro propio cuerpo sin que lo sepamos. Esta pasión por la sangre y el destripe de los pacientes alcanzó su punto culminante en un reciente episodio de la tercera temporada donde House irrumpe en la sala donde se operaba a un paciente, aún cuando ni siquiera está autorizado a hacerlo, y contra la voluntad del médico que dirige la operación le extrae los intestinos al enfermo en busca de la causa de la enfermedad. La cámara se detiene con morbo mientras las tripas del paciente pasan lentamente por las manos de House como si fuera una vulgar ristra de chorizos. Hay algo medieval en esa escena. Algo del Bosco y su Infierno Musical que dice mucho de los tiempos que estamos viviendo. El espectador entonces trata de apartar la vista ante el horror, pero no puede y en fondo es tranquilizado por la pericia del doctor que vuelve a poner las tripas en su sitio. Moraleja número cuatro: “No tengáis miedo de la medicina, te destripa y te penetra por tu bien”. Ahora reza para que no seas tú el que está en ese quirófano.

V

Cuando nuestros periódicos cotidianos están llenos de noticias de distraídos médicos que se olvidan los instrumentos de operar dentro de sus pacientes, el doctor House viene a tranquilizarnos con su mensaje de súper héroe de los hospitales modernos. Hace apenas unos días el Servicio de Salud madrileño tuvo que indemnizar a la familia de una persona a la que enviaron, después de muerta, a que se someta a tratamiento psiquiátrico, ya que según los médicos se estaba inventando los síntomas del cáncer que acabó con su vida. Nunca veremos en el doctor House un capítulo en el que suceda algo parecido. En el mundo idílico de la serie se da por supuesto que todos los que trabajan allí son personas venerables que sólo pondrían en juego su ética profesional si con ello ayudaran a librarse a un paciente de su enfermedad. En el sutil juego del bien y del mal que despliega la serie, el mal está encarnado o por los secretos del paciente o por la enfermedad en sí, nunca por el médico que se encuentra del otro lado. En el territorio del médico hay luchas de poder, egoísmos y muchos “defectos” personales de cada personaje que hacen más atractiva la serie, pero jamás “el mal” entendido como mala praxis interesada, egoístas intereses económicos, etc. Moraleja número cinco: “El paciente se equivoca, y hasta puede llegar a ser culpable. El médico sólo comete errores, y siempre tiene buena intención”.

continuará...

9 ago 2007

EL DIA QUE SECUESTRARON "EL JUEVES"


Los redactores y directivos de la revista satírica española “El jueves” no se lo podían creer cuando los teléfonos de la redacción comenzaron a tronar luego de que se hiciera pública la noticia de que el juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo había ordenado el secuestro de todos los kioscos del país de la última edición del semanario publicada el pasado miércoles. El delito: injurias a la Corona. La revista quiso burlarse de la decisión del primer ministro José Luís Rodríguez Zapatero de otorgar 2.500 euros a cada pareja que tenga hijos desde ahora en adelante, calificándola de electoralista y debajo del cartel que anunciaba la generosa dádiva estatal colocó una caricatura del príncipe Felipe de Borbón haciendo el amor con su mujer Leticia, al tiempo que le dice: “¿Te das cuenta? Si te quedas preñada… ¡Esto va a ser lo más parecido a trabajar que he hecho en mi vida!”.
Al día siguiente de la publicación del semanario humorístico el programa sensacionalista de la cadena Tele Cinco “Aquí hay tomate” le dedico una extensa y escandalosa cobertura a la portada, lo que pudo haber originado la reacción inesperada de la Fiscalía del Estado que solicitó al juez que en virtud de los artículos del Código Penal que prohíben injuriar a los miembros de la monarquía cuando se encuentran “en el ejercicio de sus funciones” proceda al secuestro de la revista. Sin percatarse del escándalo que estaban a punto de provocar, los abogados del estado dieron por sobreentendido que el Príncipe se hallaba en pleno “ejercicio de sus funciones”, y consideraron además que se había representado a la real pareja "en actitud claramente denigrante y objetivamente infamante" (sic).
A la redacción de El jueves la noticia los agarró tan desprevenidos que ni siquiera habían podido localizar a su abogado a últimas horas de la tarde, cuando los teléfonos de la redacción comenzaron a sonar. La primera reacción de la revista fue publicar en su página web un texto titulado “¿20 de julio de 2.007?” en el que explicaban su sorpresa. “A los que nos preguntan el por qué del secuestro… No sabemos qué responderles. El Jueves ha publicado decenas, cientos de dibujos sobre la familia real. Incluso hemos publicado un libro, “Tocando los Borbones” () Somos humoristas gráficos y trabajamos concientes de que nuestra obligación, lo que nos piden los lectores, es que exploremos el límite de la libertad de expresión” afirmaron en su página web. “Si nos pasamos para eso están los tribunales, pero… ¿un secuestro? ¿la policía recorriendo los kioscos de todo el país retirando nuestra revista? ¿De verdad escribimos esto el 20 de julio de 2.007?”
La noticia no pasó desapercibida en la blosgfera que inmediatamente reaccionó solidarizándose con la revista y la, a estas alturas, archifamosa portada comenzó a reproducirse en todos los medios de comunicación logrando que a horas de la tarde el chiste sobre el Príncipe y Leticia estuviera en boca de todos. Con excepción de la tímida Federación de Humoristas Gráficos que consideró que El jueves se había “pasado” de la raya, los sindicatos de periodistas, Reporteros Sin Fronteras, el sindicato Comisiones Obreras y partidos políticos de izquierda no tardaron en manifestar su apoyo al semanario censurado y calificaron a la medida de contraproducente y contraria a la libertad de expresión.
Pero la polémica está lejos aún de cerrarse. Para agravar aún más las cosas, la Fiscalía del Estado pidió horas después del secuestro que la justicia también clausurara la página web de la revista y, aunque descartó que se vayan a desarrollar acciones judiciales de censura a otros medios, sugirió a las empresas de comunicación que se abstengan de reproducir la caricatura que dio lugar al auto judicial, para tratar de evitar con eficacia lo que se pretendió impedir con el secuestro del semanario. Aunque la difusión del incidente a través de la masificada internet ha vuelto ya inútil la pretensión del fiscal Miguel Ángel Carballo. A la redacción de El Jueves tampoco le sentó muy mal la noticia, que se tomaron con mucho humor. Al alicaído semanario le vendrá bien el inesperado golpe publicitario. Como afirmaba ayer una participante en uno de los multitudinarios chats que trataron la noticia “¡Cuánto hace que no compro El Jueves! Ahora me dieron ganas”.

8 ago 2007

LA BUENA FORTUNA DE LEER A GORAN PETROVIC


Durante los últimos años la literatura autoreferencial inundó el escenario en un intento, paralelo al cine, de transformarse en "la última literatura posible". En un escenario en el que ya no había nada que decir, se vuelve a decir los mismo, pero con ironía. Es el procedimiento clásico de la literatura posmoderna. Fuera de estos experimentos las últimas dos décadas han dado poco de sí en lo que respecta a nuevos magos de las letras. Hechiceros hemos visto bastantes, verdaderos magos muy pocos. Goran Petrovic es uno de ellos. Su novela LA MANO DE LA BUENA FORTUNA (Sexto Piso, 2006) es un prodigio difícil de describir, un libro dentro de otro libro que a su vez son mil libros pero que es uno solo, y que se ubica en la frontera exacta donde la auto referencia se vuelve parodia, ácida pero no bestial. Petrovic no se pretende vanguardia de nada ni viene a criticar a nadie, aunque su obra es una crítica feroz a la tendencia vacua de la literatura contemporánea sólo por el hecho de no ser vacua ella también.
La historia es muy simple. Un joven corrector de una revista de mala muerte recibe el encargo de "corregir", pero de un modo un tanto invasivo, una curiosa novela escrita por un serbio a principios del siglo XX llamado Anastas Branica, que tiene la curiosa particularidad de que en ella nunca pasa nada, sencillamente porque no hay personajes. Ese libro que Branica escribe en pleno furor del surrealismo es el mismo libro que se escribe cada día en los stands de nuestras actuales librerías, según parece. Pero las apariencias engañan. En el libro en cuestión no sucede nada porque en realidad se trata de la descripción minuciosa, con olores incluidos, de una casa de ensueños, una casa que el autor de la novela dedica a su más ferviente lectora, una mujer a la que sólo encuentra en los libros.
He aquí la primera gran ruptura de Goran Pétrovic que a su vez es un regreso a las fuentes del romanticismo más ancestral. La mujer no sólo es el hada inspiradora, sino que el artefacto de la novela se construye como si se tratara de una casa donde ella habrá de ir a habitar sólo cuando lea las páginas que el escritor prepara para ella. Anastas Branica se deja la vida y la fortuna, heredada de su padrastro, en tratar de reconstruir esa casa de ensueños. A tal punto llega su obsesión que termina pagando a algunos emigrados rusos del periódo zarista, a viejos aristócratas venidos a menos, y a quién tenga en realidad un recuerdo valedero, para que le cuenten con lujo de detalles las características de cierta determinada vajilla, de una lámpara especial, de una cortina destinada luego a formar parte de la casa. Es tan perfecta su reconstrucción de cada detalle que la novela, titulada "Mi Legado", atrapa incluso la atención de un burócrata comunista de la época de Tito que se dedica a pescar lectores infraganti de libros prohibidos.
Pero más allá de las innumerables lecturas meta literarias que se le pueden hacer a LA MANO DE LA BUENA FORTUNA, la novela en sí misma es una reivindicación a pecho abierto del romanticismo más visceral, ese que habla del Amor con mayúsculas, aunque se trate de un amor imposible, como la literatura misma, como los mismos libros. Porque los personajes de Petrovic viven fuera de la realidad, más allá del horizonte, cómo se lamenta sobre el final uno de los personajes. Cuando leen se vuelven impenetrables al poder de la historia. Natalia, la lectora por excelencia de la novela, que está enamorada sin consuelo de Anastas, aunque él escriba su novela para otra, cuando cree llegada la hora de leer prepara una mochila, con todo lo que le hace falta y le anuncia a su dama de compañía que va "a partir" por unos días. Se va a internar en un libro. Sin moverse de casa.
En su reciente libro, "El último lector", Ricardo Piglia señala que "hay siempre algo inquietante, a la vez extraño y familiar, en la imagen abstraída de alguien que lee, una misteriosa intensidad que la literatura ha fijado muchas veces. El sujeto se ha aislado, parece cortado de lo real". Ese "algo inquietante" es la base, la matriz, de la brillante novela de Goran Petrovic. Una de las más desafortunadas andanzas literarias del posmodernismo ha tratado de vaciar de contenido emocional al relato, volviéndolo una fría expresión cuasi numérica. Había que tomar distancia del sujeto y deslumbrar con una racionalidad casi gótica, llevando el discurso a su extremo auto referencial. El lector implícito en ese proyecto literario debía solazarse, gozar, con las piruetas intelectuales del autor, nunca con sus tripas. Las tripas pertenecían al mundo de la novela rosa de baja estofa, del policial más vulgar. O eran una lejana resonancia de la novela decimonónica, un elemento a esconder, a soslayar, a dejar de lado, como si se tratara de un síntoma de debilidad.
A Petrovic, por fortuna, nada de esto parece preocuparle demasiado, ya que ha decidido situarse en la frontera total. No sólo no descarta la auto referencia, sino que la lleva a límites difíciles de superar. Intentarlo sería como querer volver a deslumbrar en el cine con un buen western luego de "Los imperdonables" de Clint Eastwood.
Pero la operación no es sencilla. La obra de Petrovic funciona como una pieza de relojería en la que cada elemento guarda estrecha relación con su prójimo en medio de un "obra natural" en la que todos confluyen sin que nos demos cuenta muy bien cómo. Cuando la última página se cierra tenemos la sensación de haber sido colocados ante uno de esos espejos que fascinaban a Borges y hasta corremos el riesgo de quedar atrapados allí para la eternidad. Nosotros poblaremos de ahora en más las páginas de la novela, así como sus protagonistas "viven" en los libros que leen cada día. Y hasta es probable que nos encontremos alguien ahí, en el "mundo exterior", en la dura realidad a la que deberemos "renunciar" si queremos pertenecer al selecto club de los lectores perpetuos de obras perfectas. Si "La mano..." es perfecta, ahí estaremos leyéndola por toda la eternidad.
Sobre el final, la anciana Natalia comienza a olvidar las palabras y por lo tanto no puede subir a su dormitorio porque no recuerda cómo se llama el instrumento que se lo permite. "Escalera" le aclara entonces su dama de compañía (autentica revival a lo Tolstoi de una joven europea que sueña con aprender inglés). Sin el idioma ni siquiera podemos usar las cosas. Es más, si no fuera por él... ni siquiera podríamos crearlas. Ese es el mensaje que transmite esta extraña y fascinante novela, un verdadero hallazgo en el Mar Muerto de las letras contemporáneas.

29 jul 2007

PARA QUE NO LOS VUELVAN A PONER A PARIR

La poderosa Confederación empresaria española (CEOE) decidió ayer tratar de calmar las aguas luego de la tormenta mediática que dejó a su paso el almuerzo compartido el pasado miércoles en Madrid por la candidata presidencial Cristina Fernández de Kirchner y la crema del empresariado local. Y lo hizo con un inusual comunicado en el que destacan que “la gran mayoría de las intervenciones” que se dieron durante la comida “reconocieron mejoras significativas en la economía argentina” a la vez que reafirman que “el tono (de la reunión) fue en todo momento constructivo y estuvo presidido por el deseo común de ampliar en el futuro las áreas de colaboración entre Argentina y las empresas españolas.”
El mensaje es una respuesta en clave conciliadora a las declaraciones del presidente Kirchner en las que afirmó que “algunos empresarios son incorregibles” luego de que trascendiera la presión que ejercieron algunas de las empresas de servicios públicos privatizadas para que se actualizaran las tarifas luego de un eventual triunfo de Cristina en las elecciones de octubre.
Todo comenzó el pasado miércoles cuando un grupo de periodistas argentinos presentes en el edificio de la CEOE donde se desarrollaba el almuerzo a puerta cerrada entre Cristina y los empresarios logró colarse y escuchar parte de un tenso diálogo que mantuvieron la candidata presidencial y Francisco González, presidente del Banco Bilbao Vizcaya (BBVA). El alto ejecutivo puso en duda el modelo económico vigente defendido por el gobierno al que catalogó de poco claro. Una vez concluida la comida algunos empresarios vinculados a las empresas de energía eléctrica y gas presentes en el país dejaron trascender off the record a la prensa que incluso se le había planteado a la candidata presidencial una urgente recomposición de las tarifas públicas como un paso previo para lograr mejorar las inversiones del sector. “En la medida de lo razonable se comprometió a hacerlo” afirmaban estos trascendidos. En el entorno de Cristina se apresuraron a negar semejante compromiso y resaltaron que su respuesta había sido “Ustedes tienen que responder ante sus accionistas, nosotros ante los ciudadanos”.
Como no podía ser de otra manera, los trascendidos levantaron polvareda. El primero en preocuparse por lo que estaba sucediendo fue el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferranz, principal accionista de Aerolíneas y presidente del grupo turístico Marsans. Según fuentes consultadas por Página/12, el directivo español se preocupó “porque mientras la mayoría de los empresarios que estaban presentes no tienen ni siquiera necesidad de pedir aumentos tarifarios, ya que sus inversiones no dependen de ellos, las reacciones y los comentarios que se publicaron en la prensa dieron la sensación que todo el evento había girado en torno a esta cuestión tan delicada”.
Antes de que la sangre llegara al río, y contra su habitual costumbre de no publicar comunicados aclaratorios, la Confederación decidió ayer cortar por lo sano y enviar una señal conciliadora no sólo al actual gobierno sino también a la flamante candidata presidencial. En el texto reconocen que hubo “debates puntuales” y no desmienten que algunos los presentes pidieron una elevación de las tarifas de los servicios públicos, aunque prefieren hacer hincapié en que “se trató de una reunión muy productiva” en la que se decidió “emprender nuevos proyectos, mejorar los ya existentes y seguir trabajando juntos”. “El ochenta por ciento de los presentes” se murmuraba en cercanías de la CEOE “está contento con la situación actual y no quieren tener problemas con este gobierno ni con el próximo, si la senadora gana las elecciones. No queremos que nos vuelvan a poner a parir” concluían, en tono jocoso. El hecho de que el nuevo presidente de la Confederación, Díaz Ferranz, tenga inversiones en Argentina, algo que no sucedía cuando las riendas de la entidad las dirigía el áspero José María Cuevas, con quien Néstor Kirchner tuvo su ya mítico encontronazo, influyó seguramente mucho para que ayer la CEOE saliera a calmar las aguas con tanta contundencia.

21 mar 2007

PRESO Y ABSUELTO EN EL MISMO DIA

Oscar Guisoni
Página/12

Ayer se escribió un nuevo capítulo en las tumultuosas relaciones entre el gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero y los separatistas vascos, cuando el líder de Herri Batasuna, brazo político de ETA, Arnaldo Otegi fue detenido por la Guardia Civil a primeras horas de la tarde. El máximo referente de los independentistas debía presentarse ante la Audiencia Nacional de Madrid ya que se celebraba un juicio en su contra por haber cometido apología del terrorismo en un acto de homenaje a la militante etarra fallecida Olaia Castresana. Otegi alegó que no podía hacerse presente porque se hallaba bloqueado por el temporal de nieve que sacude al norte del país. Las fuerzas de seguridad lo detuvieron en la casa de su pueblo natal Elgoibar, en la provincia vasca de Guipúzcoa y lo trasladaron en un avión militar a Madrid. Pero al llegar a la sede del poder judicial lo aguardaba una sorpresa: la fiscalía retiró la acusación y el dirigente vasco quedó inmediatamente absuelto, ya que no se había constituido ninguna acusación particular.
El episodio adquiere una especial relevancia política ya que las decisiones de la fiscalía suelen estar profundamente vinculadas a los intereses del gobierno de turno, aunque mantienen siempre un barniz de imparcialidad. Este gesto judicial y político se produce en un momento clave, cuando apenas faltan dos semanas para que venza el plazo de inscripción de las listas electorales que participarán en las próximas elecciones municipales y regionales que se celebrarán presumiblemente a finales de mayo.
Herri Batasuna tiene prohibida su participación en las elecciones luego de que el gobierno de José María Aznar reformara la ley de partidos políticos con el objetivo de excluir las fuerzas que justifican la lucha armada. Esta legislación fue fruto del último pacto antiterrorista celebrado entre el Partido Popular, en ese entonces en el gobierno y el PSOE en la oposición. En una entrevista publicada el pasado domingo por el diario El País, el nuevo ministro de justicia de la administración Zapatero, Mariano Fernández Bermejo, anticipó que el gobierno no estaba dispuesto a tolerar la participación de los independentistas en los comicios si antes no condenaban explícitamente la violencia.
Después de esa advertencia Otegi movió ficha y en declaraciones a Catalunya Radio consideró que era “un error” plantearse la construcción de un estado vasco independiente desde la lucha armada, un gesto que el gobierno consideró insuficiente. “No pueden hablar de errores cuando se trata de muertos” le replicó Fernández Bermejo.
Batasuna intentó, mientras tanto, pactar con los partidos nacionalistas vascos un modo de participación en las elecciones, pero el acuerdo se frustró cuando desde el PNV le dijeron que sin condena de la violencia, nada. Ayer, según fuentes socialistas y nacionalistas, se supo que los independentistas recurrirán a las agrupaciones vecinales para tratar de saltarse la estricta ley de partidos, renunciando de ese modo a defender la marca electoral de HB, cargada de simbolismo histórico.
Por detrás de esta lucha política se está desarrollando a su vez una durísima batalla judicial que añade complejidad a una situación ya de por sí bastante envenenada. Durante la pasada semana trascendió a la prensa que el sector más conservador de los jueces habría manipulado la composición de la sala del Tribunal Supremo que deberá juzgar a la plana mayor de Batasuna en otro de los tantos juicios pendientes que tienen sobre sus espaldas los independentistas. La situación es tan grave que el Fernández Bermejo ordenó una investigación minuciosa del caso alegando que “no nos podemos permitir el lujo de que la Sala esté bajo sospecha”. Y es que el Partido Popular aprovecha de la mayoría de jueces conservadores que supo nombrar en tiempos en los que gozaba de la mayoría absoluta en el parlamento, para sembrar de obstáculos el camino del gobierno hacia una solución negociada del conflicto vasco. Por si fuera poco, el PP también ha bloqueado el nombramiento de los nuevos integrantes del Consejo General del Poder Judicial, el organismo que designa a los magistrados, un órgano que todavía refleja la relación de fuerzas que existía antes de las elecciones que encumbraron a Zapatero en el poder. El PP exige que se le otorgue una minoría de bloqueo de 9 miembros sobre 20, algo a lo que el PSOE se opone alegando que no representa el porcentaje de votos que la derecha obtuvo en los últimos comicios.

8 feb 2007

UNA PROPUESTA PARA DESTRABAR EL CONFLICTO

Oscar Guisoni
Página/12

El brazo político de ETA Herri Batasuna dio ayer un paso inédito con el fin de encontrar un camino para resolver el conflicto armado que enfrenta al estado español con el grupo separatista desde hace al menos cuatro décadas. En una conferencia de prensa su principal referente Arnaldo Otegi propuso la creación de una nueva autonomía que una las actuales regiones del País Vasco y Navarra, los dos territorios reivindicados históricamente por ETA como pertenecientes al antiguo reino vasco. La auténtica novedad reside en el hecho de que Batasuna acepta que esta nueva autonomía se forme “en términos jurídicos dentro del estado español”, reconociendo de ese modo la Constitución de 1.978 a la que siempre consideró ilegítima.
La propuesta de Otegi ha sorprendido al gobierno que a través de diversas fuentes, tanto del PSOE como del propio poder ejecutivo, ha resaltado “el cambio radical” en el lenguaje de la ilegalizada formación política. Los socialistas han reaccionado de todos modos con mucha prudencia ya que esperan que Batasuna condene también los métodos violentos utilizados por ETA en su lucha independentista, una cuestión que ayer estuvo ausente en la conferencia de Otegi.
La propuesta, de todos modos, tiene sus bemoles. La Constitución española del año 1.978 tiene una curiosa disposición transitoria, la cuarta, en la que ya se hace mención a la posibilidad de que en un futuro la autonomía Navarra pueda llegar a integrarse con el País Vasco. Para ello, dice la carta magna, hace falta que se convoque un referéndum entre los ciudadanos navarros que tendrán la facultad de aprobar o rechazar la propuesta.
La propuesta de Batasuna va aún más lejos al sostener que este acuerdo tendría carácter transitorio y debería abrir las puertas a que los ciudadanos de la nueva autonomía puedan decidir “sobre su futuro político e institucional, quedando así garantizado que todos los proyectos políticos, incluido el independentista, puedan ser no sólo defendidos sino materializados" siempre que ese sea "el deseo mayoritario de la ciudadanía expresado en términos pacíficos y democráticos". Según Batasuna se deberían convocar primero dos referéndums, uno en Navarra y otro en el País Vasco, en el que se pregunte a la población sobre su voluntad de vivir en una autonomía unificada.
Mientras los socialistas afirmaban ayer que este giro de Batasuna representa un viraje fundamental de la agrupación hacia posiciones constitucionalistas nunca antes sostenidas, el Partido Popular – que gobierna en Navarra – se apresuró a descalificar a través de Mariano Rajoy la propuesta, a la que calificó como una broma.
La nueva solución ofrecida por Batasuna para destrabar las negociaciones interrumpidas entre el gobierno y ETA luego del atentado de Barajas el pasado 30 de diciembre puede transformase en un arma de doble filo para los independentistas, ya que los navarros no se han mostrado históricamente propensos a votar por formaciones políticas nacionalistas, al contrario de lo que ocurre en el País Vasco.
Esta nueva propuesta de Herri Batasuna no implica que los separatistas hayan renunciado a sus pretensiones sobre el territorio vasco radicado en el estado francés, ya que ayer han pedido también al gobierno de París que otorgue autonomía política a la región, algo que Francia ha rechazado históricamente ya que el país no está organizado como un estado federal.
Ayer durante la sesión de control al gobierno en el parlamento el Partido Nacionalista Vasco pidió también que se derogue la actual Ley de Partidos que impide a Batasuna participar en las elecciones por su apoyo al terrorismo, pero la propuesta fue rechazada por la administración Zapatero que a pesar de las buenas relaciones que mantiene con el PNV no está dispuesto a abrir ese canal hasta que la agrupación no rechace la lucha armada de modo definitivo.

15 ene 2007

PRESENTAN UN NUEVO PARTIDO POLITICO EN VALENCIA

Si la educación y la salud son un derecho básico, ¿por qué no la comida? Bajo esta sencilla pero demoledora premisa una nueva agrupación política se presentará a las próximas elecciones municipales en la ciudad de Valencia. Se desconoce todavía el nombre de la jóven mujer que será candidata a Alcaldesa, aunque fuentes próximas a la agrupación han señalado que se trata de una profesional cercana a los círculos teatrales de la ciudad.
El nuevo partido, que todavía no tiene nombre, ha definido el pasado fin de semana los elementos centrales de su propuesta política. Dicen estar cansados de la hipocrecía de los políticos de turno, razón por la cual llevarán al consistorio municipal su propuesta de asegurar la comida de los valencianos como un derecho básico e inalienable. "Todos hablan de mejorar la sanidad o de construir escuelas" afirma Ángel, el hombre encargado de ser el portavoz del grupo "Pero nadie enfoca el problema principal: la comida. ¿Has ido al supermercado ultimamente? La vida está cada vez más cara, el jabugo está por las nubes, ni hablar del precio de la langosta. ¡A dónde iran a parar así nuestras tradiciones culinarias!".
La agrupación tiene previsto también llamar a todos los valencianos que se encuentran pagando una hipoteca a dejar de hacerlo. "Los bancos se tienen que dar cuenta de que ya no podemos más" sostienen los creadores de la nueva agrupación política "si todos juntos dejamos de pagar las hipotecas, las cosas cambiarán... Podremos gastar todo ese dinero como corresponde. En juergas y salidas por la noche. Diez entradas a una buena discoteca ya son 500 euros. Así que no podemos seguir dudando... O hipoteca o discoteca." Los más radicales dentro del grupo han planteado la consiga "Discoteca o muerte" como posible lema secundario de campaña.
Según cuenta Raúl, periodista responsable de la futura campaña electoral, "la agrupación también propondrá que trabajen los que nunca lo hacen, y los que trabajan, que dejen de trabajar". Esta es una manera de proponer la igualdad, afirman.
Pero el derecho a la comida será la base de su ruidosa campaña. Los músico encargados de realizar la banda sonora de los anuncios electorales ya tienen el lema registrado. "¡Valencianos, a comer!". La misma leyenda estará plasmada en los carteles callejeros que la agrupación se presta a pegar en la ciudad para promocionarse.
Una facción interna de la agrupación, que responde a una mujer llamada Rosa, afirma que también crearan en el Ayuntamiento, si llegan a ganar, cosa que es verdaderamente difícil, una Consejería de la Risa. Rosa sostiene "que la risa no es considerada importante por la actual alcaldesa de la ciudad, Rita Barberá, razón por la cual ciertos cómicos son considerados persona non gratta en la ciudad. Cuando gobernemos, cada día la Consejería de la Risa convocará a una conferencia de prensa, para reir un rato con los colegas periodistas. Basta de caras serias y señores de traje y corbata en el ayuntamiento!".
El Movimiento por el Derecho a Comer, como se autodenominan los fundadores del nuevo partido, "dará también paella gratis todos los días en la puerta del ayuntamiento" y algunos días habrá también marisquito, pero de sorpresa".
La noticia ha sentado bien en los partidos políticos convencionales de la ciudad porque todavía no se enteraron.

13 ene 2007

España movilizada contra ETA

Oscar Guisoni


Dos multitudinarias manifestaciones, una en la ciudad de Bilbao, otra en Madrid, expresaron ayer el rechazo de la sociedad española a la violencia terrorista. Las marchas fueron precedidas por una fuerte polémica política que ha dejado al descubierto la profunda división existente hoy en el país en torno al modo en el que se debe proceder para acabar con ETA. El Partido Popular, que después de muchas ideas y vueltas finalmente no concurrió a ninguna de las dos convocatorias, terminó pagando con su aislamiento su burdo intento de aprovechar el atentado etarra del 30 de diciembre en el aeropuerto de Barajas para desgastar el gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero. Es la primera vez, en los cuarenta años de existencia de la banda separatista vasca, que las fuerzas políticas españolas no se manifiestan unidas contra un ataque terrorista.
Ayer por la tarde en Madrid la escritora Almudena Grandes cerró con sus palabras en las que pidió con contundencia que “Eta abandone la violencia” la impresionante marcha que recorrió el centro de la ciudad y que culminó con un acto en el que el presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Ecuatorianos en España (FENADEE), Santiago Morales afirmó emocionado que “los inmigrantes venimos aquí a compartir la riqueza, pero también compartimos el sufrimiento”, realizando un homenaje a los dos ciudadanos ecuatorianos asesinados por ETA en su último atentado.
El llamado a la manifestación que se realizó en Bilbao, la ciudad más importante del País Vasco, corrió por cuenta del presidente del gobierno regional, el lehendakari Juan José Ibarretxe, del Partido Nacionalista Vasco y estuvo rodeada desde un principio por la polémica. Ibarretxe convocó a la ciudadanía primero bajo el lema “Por la paz y el diálogo”, lo que provocó que el Partido Socialista vasco decidiera no concurrir, al interpretar que se estaba respaldando la continuidad de la negociación política con los independentistas. El brazo político de ETA, Herri Batasuna, se sumó en un principio a la marcha, aún cuando el gobierno vasco le hizo saber que su presencia no era bienvenida. El Partido Popular vasco se negó inicialmente a concurrir porque creía que la consigna no expresaba el deseo de la sociedad de acabar con la violencia.
Ibarretxe rectificó finalmente el lema de la convocatoria en un intento de ampliar el espectro político de la marcha y reconoció públicamente su error, considerando que sólo había contribuido a confundir a la ciudadanía. Satisfaciendo los deseos de socialistas y populares, el gobierno vasco incorporó la frase “Exigimos a ETA el fin de la violencia”. Desde el PSOE la respuesta fue inmediata: los socialistas se sumarían a la marcha e incluso invitaban a Batasuna a que mantuviera su voluntad de asistir, para demostrar así su voluntad de rechazar la lucha armada.
Herri Batasuna terminó desistiendo de su propósito de marchar junto a la ciudadanía vasca cuando el lema de la manifestación fue modificado. Una reacción previsible que confirma el aislamiento en el que se encuentra la izquierda radical después del atentado con el que ETA rompió sorpresivamente la tregua declarada el 24 de marzo de 2.006. Pero lo que no se esperaban los organizadores del acto era la negativa del Partido Popular a hacerse presente en la manifestación.
Un telenovela aún más confusa fue protagonizada por el PP a nivel nacional y terminó dejándolo también fuera de la marcha que ayer por la tarde convocó en Madrid a más de medio millón de personas. La manifestación fue propuesta originalmente por los dos sindicatos mayoritarios, UGT y Comisiones Obreras en conjunto con la Federación de Ecuatorianos residentes en España. La consigna que se propuso en un principio “Por la paz y el diálogo, contra el terrorismo” fue la excusa que utilizaron por populares para negarse a sumarse al acto. El PP entendía que el lema era confuso y que parecía un apoyo explícito a la política dialogante del gobierno hacia ETA antes del atentado de Barajas, por lo que exigía una condena explícita a la violencia como requisito para bajar a las calles.
Los organizadores del mitin no se hicieron rogar y en un último y desesperado intento por sumar al principal partido de la oposición al acto incorporaron la consigna “Exigimos a ETA el fin de violencia”. “Ahora ya no tienen excusas” advirtió al PP la vicepresidenta del gobierno, María Teresa Fernández de la Vega. Pero los populares decidieron mantenerse en sus trece y en un confuso comunicado hecho público el día anterior a la marcha pidieron que las manifestaciones fueran desconvocadas. Este proceder causó un profundo malestar incluso entre los simpatizantes del PP, que en cientos de blogs y espacios de discusión en Internet llamaban a desobedecer la orden de su partido y a hacerse presente en las calles de Madrid., Hasta el periódico El Mundo, el medio más cercano a las posturas neoconservaodras de los populares, condenó ayer su actitud en un duro editorial en el que critica “la falta de cintura política del PP” que le ha dado “un balón de oxígeno” a Zapatero.
La manifestación madrileña estuvo secundada también por un impactante comunicado firmado por artistas e intelectuales, entre los que destacaban el Premio Nóbel José Saramago, Joaquín Sabina, Pedro Almodóvar, José Sacristán, entre otros. Los firmantes criticaron la actitud del Partido Popular en una conferencia de prensa en la que sorprendió por su dureza el discurso del argentino Federico Luppi, quien afirmó que “nos va la vida en crear un cordón sanitario contra este derecha cerril, troglodita, casi gótica. Esta es una derecha venenosa, terrible y perversa”.

La justicia toca a la puerta de Isabel Perón

Oscar Guisoni


Avejentada, envuelta en un elegante abrigo de piel negro que la protegía de la fría jornada madrileña y rodeada de un pequeño grupo de allegados que le evitó la humillación de ser esposada y escoltada por los agentes que procedieron a detenerla, así fue llevada ayer por la Policía española Isabel Martínez de Perón para ponerla a disposición de la Audiencia Nacional, que deberá comenzar de inmediato el trámite de extradición a la Argentina.
La ex presidenta residía en un discreto barrio de las afueras de la capital española desde que en diciembre de 1.989 había vendido la mítica finca “17 de Octubre” en la residencia de Puerta de Hierro, entregándole gran parte de los cuatro millones de dólares recaudados a las hermanas y herederas de Evita, tal y como se lo obligó en su momento la justicia.
La orden de detención, al contrario de lo que sucedió hace dos semanas con la librada con el ex comisario Almirón, llegó con más rapidez de lo esperado a Madrid, luego de que por la tarde la central internacional de INTERPOL con sede en Francia se la girara a sus pares españoles. La Policía española estaba advertida desde ayer por la mañana de que la justicia argentina había librado la orden de captura contra la ex presidenta, gracias también a la enorme repercusión que tuvo la noticia en la prensa local.
Isabelita llegó a la sede de la Audiencia Nacional a primeras horas de la noche y fue sometida a un examen por parte de un médico forense para determinar si se halla en condiciones de declarar ante la justicia. Según afirmaron los agentes que participaron en la detención, la ex presidenta se entregó voluntariamente apenas la policía tocó a su puerta. A través de su abogado había hecho conocer el día anterior su disposición a presentarse ante la justicia si finalmente se libraba la orden de detención en su contra.
De acuerdo al procedimiento habitual, será el juez Luís del Olmo de la Audiencia Nacional, el mismo que lleva la mega causa por el atentado islamista del 11 de marzo de 2.004 en los trenes de Madrid, el que le preguntará si desea ser extraditada o no a la Argentina. En el caso de que la ex presidenta esté de acuerdo, el traslado a Buenos Aires será inmediato. Si se niega, se abre un plazo máximo de cuarenta días para que la justicia española, en el marco de un proceso acelerado de extradición, determine si la misma se debe llevar a cabo.
Según ha podido saber Página/12 de fuentes vinculadas a la Fiscalía nacional, es muy probable que no se solicite un régimen de prisión para Isabelita, debido a su avanzada edad y al supuesto precario estado de salud en el que se encuentra. Algunas versiones apuntan a que sus crónicas taquicardias se han agravado, a la vez que son frecuentes sus enfermedades de origen nervioso. A partir de 1.987, sostienen las mismas fuentes, cuando fueron robadas las manos del general Perón al profanarse su tumba, empeoraron los síntomas de la enfermedad de Graves-Besedow, una especie de hipertiroidismo, que la ex presidenta padece.
La opción que está estudiando la Fiscalía española para evitarle el mal trago de la prisión es la de establecer la obligatoriedad de su comparecencia diaria ante la Audiencia Nacional o bien optar por una especie de prisión domiciliaria, que consistiría en mantener una guardia policial permanente en su casa. “Es una persona muy notoria y de edad avanzada, no creemos que intenté la fuga” afirman en la Fiscalía.
La noticia ha provocado un gran revuelo en España, donde su detención fue registrada por diversas televisiones y transmitida a todo país en los noticieros centrales de la noche. La prensa local hacía hincapié ayer en la notoriedad de la ex presidenta, en su vinculación al terrorismo de estado a través de la fundación de la Triple A durante su gobierno y a la curiosa carrera de la bailarina con formación básica que llegó a transformarse, por efecto de ese incomprensible fenómeno que es el peronismo para los españoles, en la primera mujer en América Latina en ocupar la primera magistratura.
Según comentan sus vecinos, la ex presidenta argentina vive recluida en su casa, de la que se ausenta en raras ocasiones o en los meses de verano donde se traslada a la aristocrática villa de Marbella a orillas del Mediterráneo.
Hasta hace algunos años todavía participaba activamente en obras de caridad y hasta se la podía ver, en tiempos del gobierno de Carlos Menem, en algunas recepciones en la Embajada Argentina en Madrid. En alguna de esas reuniones Isabelita manifestó que está preparando un libro con sus memorias, que en su opinión causarán más de un huracán político. “Todavía hay gente que me tiene mucho miedo” se ha ufanada ante su reducido grupo de amigos en más de una ocasión.
Sus amistades en España son también pocas y misteriosas. Aparte de un reducido grupo de argentinos que tienen relación con ella por motivos más familiares que políticos, Isabelita no ha perdido sus vínculos con la familia del ex dictador Francisco Franco. De hecho fue la fallecida Pilar Franco la encargada de traerla a Madrid luego de que los militares argentinos la liberaran en 1.981, después de haberla tenido cinco años detenida acusada de malversación de fondos.