10 jul 2006

Entrevista con Quique Sanchez Flores

Hijo de Isidro Sánchez, lateral del Real Madrid en los tiempos de Alfredo Di Stefano y de Carmen Flores, hermana de la gran Lola, Quique Sánchez Flores es un bicho raro del fútbol español. Al igual que su padre formó parte del Real Madrid en los tiempos de Laudrup, Hierro, Redondo y Martín Vázquez, hasta que le llegó la hora de colgar los botines y no pudo, o no quiso, alejarse de los estadios. Fue entonces que emprendió la difícil tarea de ser Director Técnico en el ultra competitivo fútbol español. Dio sus primeros pasos en Getafe, un equipo pequeño que luego de su paso ya no abandonó la Primera División, hasta que lo llamó el Valencia, uno de los grandes clubes ibéricos. El Barcelona le arrebató el sueño de lograr el título este año, pero sus objetivos de volver a colocar al club entre los primeros de España y de llevarlo a la Champions League la próxima temporada se ha cumplido. De verbo ágil como sus piernas y con la mirada amplia que sólo tienen los que como él se han criado mamando arte y fútbol en cada rincón de la infancia, Quique se confiesa a Playboy en esta entrevista exclusiva.

P: He oído decir que crees fervientemente en la genética. Y los que vieron a tu padre jugar juran que tu tenías jugadas idénticas a las suyas, ¿es cierto?

Q: Si, claro. Aunque eran épocas muy distintas, pero nuestra forma de jugar, además de hacerlo los dos por la banda derecha y con el número 2, eran muy similares. Éramos laterales ofensivos, él muy ofensivo para su época y yo un lateral moderno para mi tiempo.

P: ¿Se ha perdido esa forma de jugar antigua, ese fútbol intuitivo y pasional de antaño? Alguna vez te he oído decir que los jugadores ahora corren más y piensan menos…

Q: Si, están muy mecanizados, automatizados. Sobre todo en el aspecto defensivo están muy controlados y el jugador pierde libertad e instinto. Hoy en día el equipo que no está organizado, que no cumple con ciertas obligaciones, da la sensación de que está despistado y es más vulnerable a la derrota.

P: ¿Eso sólo pasa en Europa o también lo ves en el fútbol latinoamericano actual?

Q: El fútbol latinoamericano lo veo más abierto, más genial. Tiene más espacios, está menos organizado sobre el campo. En Europa, sobre todo en las grandes ligas, como España, Italia, la sensación es que nos encontramos con un fútbol más táctico.

P: ¿No será que se ha vuelto muy industrial? ¿O es que hay demasiado dinero?

Q: Es una pesadilla que se muerde la cola. Es más industrial, se mueve mucho dinero… Hay demasiados “objetivos” que se deben cumplir para satisfacer a los dirigentes. Eso obliga a que los entrenadores sean menos arriesgados, menos atrevidos. Y eso nos obliga más a recurrir a la táctica. Es un círculo muy difícil de romper.

P: ¿Qué es más estresante? ¿Jugar o entrenar?

Q: Entrenar, obviamente. Tienes que pensar más. Y jugar es más divertido y salvaje. Aunque después de conocer las dos profesiones me quedo con la de entrenador.

P: Se dice de ti que primero marcabas y después jugabas, ¿es cierto?

Q: Más o menos. Cincuenta y cincuenta. Era un marcador que me tocó jugar frente a delanteros muy buenos y luego tenía siempre la virtud de estar en el campo con la pelota.

P: ¿Hay alguien hoy en el Valencia que se parezca a ti?

Q: Salvando las diferencias, creo que Miguel. Es superior a mi en cuanto a fortaleza física pero tiene esa capacidad para ir arriba y abajo desbordando rivales y llegar al área contraria como lateral, en eso nos parecemos.

P: Ese ambiente en el que te has criado de músicos, artistas, bailarines, que rodeaban a tu tía Lola ¿cómo te ha influido eso después? ¿relacionas el fútbol y la música cuando te pones a trabajar?

Q: El fútbol es una forma de arte. Los futbolistas somos muy corales, somos como bailarines, nos tenemos que aplicar con sentimiento, con coordinación. Y tenemos que tener una sensibilidad muy especial. Todo eso lo he bebido en ese mundo genial de mi infancia, donde se respiraba improvisación por todos lados. Todo eso luego me sonaba parecido cuando empecé a jugar, todo tenía su lógica dentro de esa mirada.

P: ¿Lola nunca te contagió la pasión por el canto? ¿Te has puesto a cantar alguna vez?

Q: No, no. Cantar no. Ya tengo demasiada familia que lo hace, mi tía, mi madre, mis sobrinos. El árbol genealógico de la familia parece que se dividió en dos ramas: la física se dedicó al fútbol, la artística a la música.

P: Y a parte de tu padre ¿quién fue el que más te impregnó de fútbol en tu infancia?

Q: Alfredo Di Stefano. Es mi padrino y muy amigo de mi padre. Cuando entró en el Valencia en los años 70 mi casa se llenó de camisetas, de jugadores del Valencia que pasaban por ahí. Y eso no sólo hizo que me empezara a apasionar por el mundo del fútbol, sino que también me volviera valencianista. Y mi hermano Isidro, que es un año y medio mayor que yo y que siempre me llevaba de la mano a los campos donde mi padre jugaba. Todo eso fue abonando el terreno…

P: Tienes también fama de ser uno de los pocos intelectuales que hay en el mundo del fútbol. Una especie de Valdano contemporáneo…

Q: No. Jorge tiene una visión muy grande no sólo del fútbol sino de la vida en general, maneja muchos instrumentos. Yo manejo los justos, pero me gusta manejarlos bien. Me gusta la lectura, la música, el cine. En suma, no creo que me guste nada que no le guste a una persona normal, virtudes que no solemos utilizar mucho los que estamos en este mundo porque estamos demasiado impregnados por el deporte.

P: ¿Qué te gusta leer cuando estás en casa, relajado y tranquilo?

Q: Un poco de todo. Me gusta Benedetti, García Márquez, me encanta la novela sudamericana. Esa forma de expresarse me inspira mucha sensibilidad, se respira mucho sentimiento. Me gusta también leer biografías, historias reales. Leo bastante y un poco de todo.

P: ¿Y la música?

Q: Me gusta todo tipo de música. El soul, el funkie, el pop, el hip hop.

P: ¿Esa sensibilidad te ha hecho entrar en conflicto alguna vez con el ambiente del fútbol? ¿Has sentido que chocaban internamente las dos sensibilidades?

Q: No, lo he vivido siempre de un modo muy natural, aunque da la sensación de que cuando surge un personaje al que le gusta algo más que la pelota parece que estuviera en contra del fútbol y eso no es así. Creo que estaría muy bien a que a mucha gente del fútbol le gustara el fútbol y viceversa. Son mundos complementarios y sería bueno que pudiéramos unirlos más.

P: Una muestra de esa unión se verá ahora con el documental que prepara Emir Kusturika sobre Maradona…

Q: Me encantaría verlo. Maradona es un personaje admirable y una referencia interesantísima dentro de la historia del fútbol.

P: No eres de los que critica los comportamientos de Diego fuera de las canchas, ¿verdad?

Q: No, no, no. Para nada. Creo que es un genio como pudo ser Lola Flores en el mundo del arte él lo es en el fútbol. Todos pensábamos que no iba a poder darle vuelta a su vida y finalmente se la dio y eso me alegró mucho. Creo que es un personaje muy vital, muy sensible y hay que comprenderlo.

P: ¿Ves a algún Maradona en el fútbol contemporáneo?

Q: No, no lo veo. Maradona era de esos jugadores que provocaba que uno se sentara a ver un partido de fútbol sólo para verlo jugar a él. Y eso que había 22 jugadores en la cancha, pero uno sólo se sentaba a ver a Maradona. Nunca más he vuelto a sentir algo similar. Esa sensación de decir “voy a sentarme a ver que inventa Diego hoy”.

P: Juguemos un poco. Sin pensar. Te nombro a algunos futbolistas y me dices lo primero que se te viene a la mente. ¿Ronaldinho?

Q: Distinto. Necesita más del apoyo colectivo para desequilibrar un partido. Menos capacidad para englobar el juego de todo el equipo.

P: ¿Messi?

Q: Muy bueno. Ha sido la alternativa triunfal del Barcelona esta temporada. Aportó algo distinto. Todo lo demás ya lo tenían, vino Messi y marcó la diferencia.

P: ¿Aimar?

Q: Es un jugador desequilibrante, capaz de inventar jugadas imposibles a lo largo de un partido y quizá lo que le está haciendo falta es que pisar más el área. Juega en zonas muy difíciles del campo y salir vencedor de esas zonas es muy complicado.

P: ¿Kluivert?

Q: Ha sido un grande pero tuvo una temporada muy difícil. Fue un jugador muy destacado pero ahora anda peleado con las lesiones y eso lo atenúa.

P: Un monstruo en retirada: Zidane.

Q: Es una pena. Se nos va un jugador bello, con una gran elegancia y una inteligencia permanente, que siempre ha tenido unas salidas extraordinarias. Pero es la ley del fútbol…

P: Se retiran mucho más jóvenes los jugadores en Europa, si comparamos con América Latina…

Q: El ritmo también es mucho más lento, eh (risas).

P: Imagínate que mañana el Valencia viene y te dice que tienes todo el dinero del mundo para hacer un fichaje para la próxima temporada, ¿con quien sueña Quique? ¿a quién quisieras tener en el club?

Q: No tengo grandes sueños. Creo que hay jugadores muy interesante, pero no me traería los más bonitos. Me gustaría Essien, del Chelsea. Me traería a Henry, del Arsenal.

P: Ese es un sueño de alto vuelto… ¿Y en el Valencia ya te han dicho algo al respecto? ¿les has contado el sueño?

Q: No, no se me ocurre. No suelo contar mis sueños en el club (risas).

P: ¿Cómo ves el próximo Mundial? ¿Quién va a ser la sorpresa? Todo mundo apuesta sus fichas por Brasil, ¿será así?

Q: Brasil tiene eso siempre. Es un equipo tan “publicitado” que nunca se sabe muy bien dónde empieza la publicidad y dónde acaba el aspecto futbolístico. Siempre soportan una enorme presión. Es un equipo de grandes jugadores, los mejores del mundo, que no siempre sabe manejar esa presión. Vamos a ver. Brasil es un colectivo muy, muy potente, pero luego hay selecciones con un arraigo y un peso tremendo, a las que no podemos subestimar. Hablo de Italia, de Argentina, de la misma Alemania, que al jugar en casa siempre hay que darle una chance.

P: Aunque parece que están de capa caída los alemanes.

Q: Si, es cierto. Pero el hecho de jugar en casa y ser tan competitivos los hace muy peligrosos. Y será también un Mundial abierto a la aparición de un equipo sorpresa, como ocurrió en el último campeonato Europeo con Grecia. O como ocurrió en otros mundiales con algún equipo africano.

P: ¿Y tienes algún candidato a ocupar ese puesto de “equipo revelación”? Suena mucho Costa de Marfil…

Q: Hum. Son jugadores muy veloces, muy físicos, pero no lo sé. No sé si tienen tanto como para acabar siendo un equipo revelación.

P: ¿Has visto jugar a la selección mexicana?

Q: No, no los he visto. Siempre aparecen en las competiciones grandes y es ahí cuando los empezamos a ver a los mexicanos, tal vez porque sea una liga que no está muy vendida fuera de su país. Así que aquí vemos sus resultados pero no a sus jugadores, salvo que uno se interese particularmente. Creo que tienen un campeonato de nivel, pero no tienen demasiada llegada a España.

P: ¿Y España como llega a este Mundial?

Q: Con muchas dificultades. Primero, porque no tenemos historia y eso pesa. Cuando llegas sin historia a éstos ámbitos es muy difícil que te respeten. Además, un Mundial depende mucho de los jugadores y nosotros a nivel individual no destacamos, somos mejores a nivel colectivo.

P: ¿Te gusta Aragonés como técnico de la selección¿

Q: Si, es alguien que huele al fútbol, que lo olfatea y eso me gusta.

P: ¿Y jugadores? ¿Quiénes crees que van a dar el gran salto?

Q: Yo tengo mi preferido y es Kaká. Me parece un jugador soberbio. Es brillante, efectivo y al mismo tiempo hermoso. Es el jugador del que más espero.

P: ¿Te gustaría tenerlo en el Valencia?

Q: Ese no lo nombré ni como sueño… (risas)

P: Se que no te gusta hablar de los clubes rivales, pero la tentación es grande. ¿Cómo ves al Madrid de hoy comparado con el club que conociste en tus tiempos?

Q: Muy distinto. El Madrid actual es mucho más desordenado, más convulso. Mucho más preocupado por la imagen que por el resultado. Antes el resultado estaba antes que la imagen y ahora es al revés.

P: ¿Si te hubieran llamado para ser entrenador de este Real Madrid en crisis hubieras ido?

Q: Es muy difícil. Sobre todo porque estoy muy bien en el Valencia y con ganas de seguir. La distancia física entre Madrid y Valencia, en cuanto a territorio, es poca (no más de 350 km.) pero la distancia mental es muy grande y no están las cosas como para hacer ese tipo de trasvases.

P: ¿Te quedaste con un buen recuerdo de tu paso con el Madrid, de todos modos?

Q: Si, claro. Estuve dos temporadas como jugador y otra como entrenador de los chicos menores de 20 años, con los que ganamos un campeonato y me dejó muy buenos recuerdos. El Madrid siempre me trató muy bien. Soy madrileño de nacimiento y siempre tuve buen feeling con el club.

P: Otro equipo en el que has dejado huella es el Getafe. Se dice que después de tu paso esta escuadra pequeña parece haber llegado a Primera con ánimo de quedarse mucho tiempo…

Q: Si, lo dejamos bien apuntalado. Fue un año muy difícil el que me tocó estar al frente del equipo, porque con muy poco presupuesto tuvimos que lograr un objetivo muy ambicioso, y al final salió bien. Y ahora es más sencillo para el Getafe permanecer en primera porque cada año pueden ir sumando más jugadores de calidad y han seguido acertando con los técnicos, algo muy importante.

P: Hablando de clubes pequeños, ¿qué te ha parecido la proeza del Villareal en la Champions?

Q: Creo que cada año llega a esas altura un club pequeño porque no tienen presión, no tienen nada que perder y eso les permite llegar muy lejos. Hubiera sido una auténtica sorpresa que llegase a la final, pero la verdad es que se lo tenían merecido. El problema lo tendrán ahora, porque luego de haber pasado por un desafío tan importante se les presentarán las dificultades en la próxima temporada.

P: ¿Crees que Riquelme en el Mundial tendrá un papel tan destacado con la selección argentina como el que tuvo en el Villarreal en la Champions?

Q: No creo. Pienso que Riquelme necesita sentir muy protagonista y no se si Argentina está como para darle ese lugar en estos momentos. Tiene demasiados buenos jugadores a su alrededor. De todos modos siempre me ha parecido un gran estratega.

P: Y ahora, como para terminar “el partido”, hablemos un poco del doping… ¿Es un problema resuelto en la Liga española o sólo está oculto en estos tiempos?

Q: No, está muy controlado. Hay muchos controles sobre las sustancias que se consumen y los jugadores son mucho más responsables. Saben que si infringen las reglas hay un gran castigo y eso ha hecho que ya no les interesa tanto el doping, sino que prefieren cuidarse y salir a competir como corresponde.

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