20 jul 2006

MELANCOLIA E INCESTO

APUNTES SOBRE LA CAIDA DE LA CASA DE USHER

¿Por qué se cae la casa de Usher? El genio de Poe te lo dice en una línea: “…habían existido siempre entre ellos (los hermanos) unas simpatías de naturaleza casi inexplicables”.
Y luego no vuelve a hablar más del tema. O mejor dicho: habla todo el tiempo, pero no lo dice. Ese es el arte de la literatura. A mi me vuelve loco ese “casi”. Casi inexplicable. Y, ¿qué explicaciones puede haber? Usher loco, melancólico, los cabellos le han crecido como telas de araña. La entierra prematuramente a su hermana porque en realidad tiene deseos de matarla. Cuando comprueba que ella aún sigue viva, todo se derrumba.
“Es raro ese cuento” me dijo Bea el otro día. Tan raro como el incesto, tan común como el derrumbe.
¿Y el hombre que mira? El personaje que narra se va, al final, dejando que la casa se venga abajo. Es como si quisiera dejar atrás la caída. “Ahí está” parece decir “que se caiga arriba de quien se tiene que caer, la casa”. Él sólo estaba ahí para contarlo. Curiosa perspectiva de Poe narrador. Sus personajes parecen siempre mirar la realidad desde afuera. Están adentro sólo para contártelo. Y cuando las cosas se ponen feas, se van. “La caída…” es el caso más extremo.
O, como en El Pozo y el Péndulo, quien cuenta se salva a último minuto. Claro, sino… no lo hubiera podido contar. Te lleva hasta el extremo y luego te saca. El cine americano le debe mucho a su perspectiva. Un paralelo evidente entre la vida de Poe y su obra se traza a través de la posición que asumen sus personajes.
El escritor que trata de exorcizar sus fantasmas, el alucinado bajo el efecto del láudano. Hay una foto de Poe, o un cuadro. No lo recuerdo bien. Con su bigote fino y su rostro chupado está mirando, mira a sus futuros lectores. Está triste porque no le dan bola. Nadie le reconoce lo que está haciendo. Pero él parece saber que 100 años después los hombres seguirán sugestionándose con sus cuentos.
Melancolía e incesto. El melancólico expresa una culpa oculta, que no actúa al descubierto. Una culpa insólita, que no tiene palabras. La melancolía es en el relato la consecuencia lógica del incesto negado. Una forma de autodestrucción. Dejarse crecer el pelo como tela de araña. Abandonarse a la culpa. Dejarse derruir por ella.
Hay algo en la tradición trágica de la literatura argentina que tiene sus orígenes en la fascinación por Poe. Poe es lectura de iniciación. Se lo lee a los 14 y se teme por las noches, debajo de las cobijas, el murmullo del “corazón delator”.
Recuerdo que mi madre me prohibió leerlo, la tarde en que me descubrió arriba del coche de mi viejo con un ejemplar de las “Narraciones Extraordinarias” que me había sacado de la Biblioteca del pueblo por recomendación de mi tía. “Tu tía está loca” puso mi madre el grito en el cielo “Esos no son libros para chicos”.
Yo lo devolví. Pero después empecé a ir a la biblioteca a leer allá. En el verano, cuando la siesta se alarga en La Pampa, leer a Poe produce una extraña sensación. En la llanura el incesto y la melancolía se respiran en el aire. No hace falta mucho para sugestionar a los hombres. Se vive con esos fantasmas y nunca se habla del tema. Poe saca su magia de ese mundo rural que permanece intacto desde el siglo XIX en los pueblos pequeños.
No se habla del tema.
Aquí tampoco.
Baste agregar un solo hecho de la biografía de Poe para completar la figura: Se casó con una mujer de 13 años en 1825. Virginia Clemm.
Lean: http://www.antorcha.net/biblioteca_virtual/literatura/usher/usher.html
Otras rarezas de Poe en “La caída…”. Usa una palabra en francés: “ennuyé”. La traducción más cercana al español es “hastiado”. ¿Por qué lo dice en francés?
Otra: cita una obra casi desconocida de Maquiavelo, “Belphegor”. Para ser más precisos, se trata de “Belphegor el archidiablo”, también conocida en italiano “Il demonio que prese moglie”. La traducción es muy complicada. Algo así como “El demonio que tomó mujer”, si queremos ser literales. O “El demonio que se casó”. ¿Se casó el demonio de Usher con su hermana?
La obra de Maquiavelo, una de sus últimas creaciones, trata sobre la misoginia. Poe no era inocente al citar.
Última rareza: el cuento que el narrador le lee a Usher al final está escritor por un tal “Launcelot”. ¿La sombra de las leyendas del Rey Arturo caen sobre la casa Usher?
Hay un tango que dice “me gusta cuando callas” y habla de la “melancolía”. La poesía es de Neruda. Yo también callaré, a ver si les gusta.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Caroscar:

Bello. Perturbador. Sórdido. Como esa dupla de incesto y melancolía, tan voraces a la hora de la siesta, tan increíblemente tácitos en todo lo que es el llano. Virginia, la prima púber... Qué ritual!!! Poe... Teníamos un volumen del año 189? con el famoso (?) prólogo de Baudelaire, y su lomo de Biblioteca de pueblo... quedó en Málaga. Ahora se por qué. Tu cercanía lo subyugó.

A mí me prohibieron a Thomas Mann a los siete, pero no les hice caso.

Y a los Parchis.

Besitos,

Paolove